GABINETE PSICOPEDAGÓGICO Y PSICOLÓGICO

Somos un Gabinete psicológico dirigido por el Ldo. Pedro Santamaría Pozo, con el deseo de crear un espacio donde cualquier persona pueda acudir cuando sienta que lo necesita. Bien sea para informarse, orientarse, para eliminar un malestar, formarse a sí misma o pedir ayuda para cualquier miembro de su familia.

¿Cuándo es el momento de acudir a un psicólogo?

En nuestra sociedad, todavía tiene el concepto de psicólogo una connotación negativa. Muchas personas sienten que ir al psicólogo es algo vergonzoso o que deben ocultar, porque se asocia a la idea de que uno tiene algún trastorno o bien no es capaz de resolver sus problemas de manera autónoma.

Pero la realidad es que los psicólogos no sólo atienden personas con problemas severos, sino que el psicólogo es una herramienta para ayudar a las personas a desarrollar su propio potencial. No significa que carezcan de él y entonces necesiten ayuda, sino que es alguien que les ayuda en un momento determinado para poder desarrollar sus habilidades y sufrir menos con los conflictos cotidianos.

¿Qué ocurre cuando no admitimos que tenemos un problema?

Cuerpo y mente están íntimamente relacionados, y cuando sufre la mente, se resiente el cuerpo.

El estrés es un claro ejemplo de esto mismo. Atascos de tráfico, problemas económicos, exceso de trabajo, problemas de pareja o falta de habilidades sociales, etc. Todas estas situaciones cotidianas producen estrés. Y el estrés puede generar otras enfermedades. En nuestra vida privilegiada, hemos sido los únicos (del mundo animal) con la suficiente inteligencia como para inventarnos esos agentes estresantes, y los únicos lo bastante estúpidos como para permitir que dominen nuestras vidas. Ante el gran muro de un agente estresante no hay que suponer que existe una solución especial que logrará derribar el muro, lo que hay que asumir es que a menudo, mediante el control de una serie de puntos de apoyo podemos escalarlo. Nosotros tenemos las habilidades y el potencial para poder resolver estos problemas, pero es necesario en muchos casos una ayuda para poder desarrollar estas habilidades de manera que podamos controlar el estrés antes de que cause otras dolencias en el cuerpo.

Se relacionan con el estrés diferentes problemas que afectan al cuerpo, tales como: caída del cabello (produciendo calvas en determinados casos), problemas en la piel, úlceras, hipertensión arterial, infarto del miocardio y angina de pecho, y la diabetes mellitus entre otras enfermedades.

Evidentemente, en este punto ya es necesario tratar con un médico para que nos ayude a resolver el problema orgánico (del cuerpo). Pero en muchas ocasiones, pasa desapercibido el origen psicológico y estos síntomas son reincidentes porque no ha desaparecido el “problema de raíz”.

Nadie está exento de los problemas cotidianos, pero un psicólogo ayuda a que estos problemas se lleven de la mejor manera posible, pasando la menor factura a nuestro cuerpo y nuestra mente.

¿Qué tratamos?

Tratamos aquellos problemas que causan malestar a las personas. Nuestro objetivo es dar una atención personalizada para poder ayudar a que se desarrollen las habilidades necesarias para resolver aquello que causa malestar.

Áreas de tratamiento

Algunos de los problemas más comunes que aparecen en consulta son:

• Ansiedad, ataques de pánico

• Depresión, tristeza, duelos no resueltos.

• Miedos y fobias

• Adicciones

• Conflictos familiares o conflictos con la pareja

• Problemas para establecer relaciones

• Trastornos del comportamiento: hiperactividad, mutismo, impulsividad y agresividad.

• Orientación ante problemáticas diversas de la vida diaria y puntual que no requieren de un tratamiento prolongado en el tiempo.

No obstante, lo que mueve a una persona a acudir a un psicólogo, en la casi totalidad de los casos es la angustia. Hay muy diversas definiciones de angustia, pero la definimos aquí como un malestar que se manifiesta en el cuerpo (taquicardias, sudoración, temblor) hacia algo indeterminado. Es decir, es un malestar que ocurre sin tener un objeto concreto. Puede ser una preocupación por el futuro, un malestar general.

¿Hacia quiénes nos dirigimos?

Nos dirigimos a todas aquellas personas que padezcan malestar. Es decir, atendemos a niños, adolescentes y adultos.

Aunque el malestar es transversal a la edad, en cada fase vital se ven con mayor frecuencia ciertos problemas. Esto ocurre porque cada fase vital se asocia a diferentes eventos, a ciertas expectativas que hacen que unos problemas sean más comunes que otros. En este centro atendemos a todas las edades.

Niños

Es muy frecuente en niños el  miedo, ya sea dirigido a determinados objetos o situaciones o bien un miedo indeterminado. También es habitual en los niños el tener conductas inadecuadas o dificultad para adaptarse al entorno escolar o a las nuevas exigencias que conllevan el salto al nuevo curso. En muchas ocasiones, este tipo de problemas se engloban en el trastorno de hiperactividad.

Es muy importante, trabajar con los niños para encontrar una manera de canalizar este exceso de energía de una manera positiva para ellos. Además, en algunas ocasiones es su manera de transmitir un mensaje que no saben transmitir de otra manera, como llamar la atención de sus padres, profesores o iguales. Es importante escucharles, y ver qué es lo que, en cada caso está ocasionando estas conductas inadecuadas.

El trabajo con niños es muy particular, ya que es necesario poder conectar con él, entender su mundo y sus categorías. De este modo nos acercamos a su visión, y desde ahí podemos trabajar con él y aliviar su malestar. Es muy habitual utilizar el juego con los niños para poder acercarnos y establecer un vínculo. También es una manera de que ellos se sientan cómodos y puedan trabajar sobre sus problemas.

Adolescentes

El cambio de la niñez a la adolescencia no es un cambio fácil. Es un momento de la vida en el que es frecuente sentir emociones muy fuertes y que haya enfrentamientos entre las generaciones jóvenes y la de los adultos.

Los cambios físicos aparecen a partir de los diez u once años en las mujeres y un poco después en los varones. Debido a la velocidad de la transformación del cuerpo, muchos adolescentes están preocupados por su apariencia. En muchos casos el cuerpo es una fuente de problemas y malestar.

En muchas ocasiones, los padres no comprenden estos cambios y los adolescentes no son capaces de explicarlo, sintiéndose incomprendidos y cerrando la comunicación con los padres.

Todos estos cambios físicos, también conllevan cambios emocionales, que en muchas ocasiones resultan incómodos para el adolescente y el entorno familiar. Pero no sólo se establecen estos cambios, sino que es un momento en el que ellos deben construir una nueva subjetividad, cambian sus categorías, dudan más de los conceptos establecidos y en muchas ocasiones se rebelan contra la autoridad, para poder construir su propia forma de ser en el mundo.

En esta época, los iguales (los amigos), son lo más importante. Es así, porque con ellos construirán esta nueva visión, y comenzarán a conocer el mundo por primera vez sin ir de la mano de sus padres. Por todo esto, es un momento en el que se separan en cierta medida de sus padres, dando más importancia a sus amigos y por tanto a hablar por teléfono o estar en el ordenador. Evidentemente, esto molesta a los padres, que no comprenden el cambio y sienten que están siendo desconsiderados. Todo esto hace que el entorno familiar sea más inestable.

Es importante encontrar un equilibrio que permita a los adolescentes independizarse y construir su mundo, sin menospreciar a sus padres. Este equilibrio, es muy importante que los padres respeten esta independencia aunque continúen poniendo límites.

Al ser todo nuevo para ellos, muchas veces se encuentran con dificultades que no saben cómo resolver. En estos casos, suelen manifestar su ansiedad como mal humor, enfado, etc.

Es importante señalar que, aunque hay características comunes en los adolescentes, cada uno lleva su ritmo y es importante reconocer la particularidad de cada sujeto. Desde este marco entendemos la problemática adolescente, y acompañamos y ayudamos a calmar el sufrimiento.

 Adultos

Hay muchas problemáticas que pueden desencadenar en el adulto sufrimiento. Ya sea estrés laboral, problemas de pareja, dificultades familiares, problemas de relación, etc. Nosotros ayudamos a la persona a encontrar nuevas vías por las que resolver estos problemas cotidianos y así apaciguar el malestar.

Los problemas más frecuentes en los adultos son:

Ansiedad

La ansiedad puede tener muy diversas causas. En algunas ocasiones, se puede saber la causa y entonces trabajar desde ahí. Pero en general, lo que conocemos es el efecto. Por ejemplo en la agorafobia, que es un tipo de ansiedad en el que salir a la calle produce pánico, el efecto de la ansiedad es la imposibilidad de salir a la calle. En estos casos, es necesaria la ayuda psicológica para poder resolver los problemas de ansiedad y minimizar al máximo las consecuencias negativas que la ansiedad sostenida acarrea.

Depresión

En la depresión, hay un sentimiento de vacío y tristeza persistente y continuo a lo largo del tiempo. En general, se acompaña de la pérdida de interés por todo lo que nos rodea y pensamientos negativos acerca del futuro.

Por otro lado, un estado depresivo en general ocasiona problemas de pareja, trastornos en el sueño (insomnio o hipersomnia), disminución de la capacidad de concentración, falta de decisión, etc. Cuanto más tiempo se mantiene el estado depresivo, peores son sus consecuencias para la persona y su entorno. Es por eso, que es importante tratar iniciar el tratamiento a la mayor brevedad.

problemas de pareja

En muchas ocasiones, las exigencias de nuestro día a día, hacen que descuidemos nuestras relaciones, o no tengamos tiempo para que evolucionen con nosotros. Los problemas de pareja son una fuente de mucho estrés para ambos, creando ansiedad. Es importante en estos casos contar con la ayuda de un psicólogo para poder reflexionar sobre uno mismo y desarrollar nuevas habilidades para resolver estos problemas.

trastornos de sueño

El sueño es la manera en que el cuerpo se recupera para prepararse de cara al nuevo día. Esto tiene una importancia fundamental para el funcionamiento de nuestro organismo. De hecho, es tan necesario que una persona podría resistir más tiempo sin comer que sin dormir.

Aunque hay muchos trastornos del sueño, el más frecuente sin duda es el insomnio. Hay que darle importancia, ya que esto puede tener consecuencias sobre la salud.

Síntesis

En este proceso es muy importante el escuchar con atención al paciente para poder precisar lo que le produce malestar y sufrimiento; y buscar a través de la palabra otros caminos para lograr un cambio. Aunque haya problemas frecuentes que se repiten en diferentes personas, es importante saber que cada uno es singular, que cada paciente necesita de un modo de terapia distinto. En este centro, cada persona es única y cada caso se trata de manera singular.

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