Tras unas bien merecidas vacaciones, toca volver a la rutina del trabajo, colegio, estudios y/o obligaciones que hemos dejado olvidadas durante este periodo, en el cual nuestra mente ha aprovechado para desconectar y nuestro cuerpo para relajarse y recargar energía.
Es el momento ideal para visitar a nuestro médico y comprobar nuestro estado de salud general con las pruebas diagnósticas necesarias para toda la familia. Cada miembro de la familia vive el verano de una manera distinta y éste afecta a su salud de una forma determinada.

Revisión médica general
Los problemas de salud, en ocasiones, pueden detectarse y evitarse con una simple revisión médica general, posibilitando la detección temprana y/o prevención de la enfermedad. En LABCO, nuestras preocupaciones se resumen en la frase:
“Prevenir es curar”
La conveniencia de las revisiones a las diferentes edades vienen marcadas por las etapas de crecimiento y envejecimiento que experimenta el cuerpo humano. Así pues hablamos de:

  • Revisiones infantiles: permiten al pediatra la detección precoz de enfermedades o trastornos del desarrollo. Durante este periodo se producen muchos cambios en el organismo y es necesario estar pendientes de los posibles problemas que puedan presentarse. En los primeros 14 años de vida, desde el nacimiento a la adolescencia, estas revisiones permiten comprobar que el niño se desarrolla con total normalidad controlando el crecimiento y los cambios acorde a su edad.
    Existen pruebas individualizadas y personalizadas para problemas de salud específicos que el médico nos puede solicitar para una mayor precisión de la revisión en el diagnóstico.
  • Revisiones en la adolescencia: En el periodo comprendido entre los 12 y los 21 años se recomiendan visitas anuales al médico dado el gran cambio que se produce durante esas edades, en las cuales, el cuerpo se va desarrollando hasta alcanzar la edad adulta. En este caso, además del desarrollo normal del organismo, se efectúa un control sobre los nuevos hábitos de vida que adquiere el adolescente: Dieta, ejercicio, medicinas, vacunas, consumo de drogas y/o alcohol, etc. y de cómo puede responder su cuerpo frente a esos nuevos factores (intolerancias).
  • En la edad adulta y personas mayores: Desde aproximadamente los 30 años hay estudios que demuestran que el 90% de los pacientes que se someten a una revisión médica se les detecta algún tipo de problema. Durante este periodo comienza el proceso de envejecimiento y con el se hacen necesarios sino obligatorias pruebas específicas de determinadas lesiones que puede sufrir el organismo:
  • Distintos tipos de cáncer:

colon,
cuello de útero ,
mama,
próstata, etc.

  • Trastornos en la alimentación:

obesidad,
flora intestinal,
intolerancia alimenticia y más.

Además, es un buen momento para realizarse una de las pruebas más novedosas y modernas de todas, la medición de la longitud telomérica  en la que se puede detectar el  grado de envejecimiento de nuestro cuerpo y comparar la edad biológica con la cronológica y así poder modificar, en su caso, hábitos de vida inadecuados mejorando nuestra calidad de vida de manera notable.

Una revisión a tiempo evita problemas graves a posteriori.
No retrases tus visitas al médico.
Prevenir es curar